Historia, períodos y dinastías

La República Árabe de Egipto (en árabe: مصر Miṣr) es un país de África, situado en su extremo nordeste, e incluye la península del Sinaí (que pertenece al continente asiático). La mayor parte de su superficie la integra el desierto del Sahara, sólo habitado en torno a los oasis. Su capital es El Cairo (القاهرة).

Es uno de los países más populosos de África. La mayor parte de la población se asienta en las riberas del río Nilo y en el delta donde están las zonas de tierra fértil. Casi la mitad de los egipcios viven en áreas urbanas, sobre todo en los centros densamente poblados de El Cairo y Alejandría.

Egipto es famoso por su civilización antigua y sus monumentos, como las pirámides y la gran esfinge; la ciudad meridional de Luxor contiene un gran número de restos antiguos, tales como el templo de Karnak y el Valle de los Reyes. Hoy Egipto es un centro político y cultural importante del Próximo Oriente.

Egipto se encuentra en el extremo noreste del continente africano, recostado sobre el mar Mediterráneo y el mar Rojo. Limita al oeste con Libia, al sur con Sudán, al norte con el Mediterráneo y al este con el mar Rojo e Israel.

Su territorio está ocupado en su inmensa mayoría por el desierto del Sáhara, que es atravesado por un único río, el Nilo, que riega la única tierra fértil del país y que ha sido la principal fuente de riqueza que ha permitido el desarrollo de varias culturas a lo largo de la historia de Egipto. Desemboca en el Mediterráneo formando un delta de unos 200 km de extensión en dirección norte-sur y entre Alejandría y Damieta en dirección este-oeste.

El clima es desértico en la mayoría del territorio, con escasez de lluvias (aunque en los últimos años la humedad ha aumentado considerablemente en El Cairo), noches frías y días muy calurosos. En la costa norte, a lo largo del delta, es de tipo mediterráneo, con una media de lluvia de 18 mm.

Dado lo inhóspito del territorio la población se sitúa principalmente a las orillas del Nilo aunque también adquieren una cierta relevancia algunos núcleos ubicados en las costas del Mediterráneo y del mar Rojo.

ETIMOLOGÍA

El antiguo nombre del país, Kemet (km.t), o ‘tierra negra’, se deriva de los fértiles limos negros depositados por las inundaciones del Nilo, distintas de la "tierra roja" (dsr.t) del desierto. El nombre se transformó en kīmi y kīmə en la etapa copta de la lengua egipcia, y fue traducido al primitivo griego como Χημία (Jimía).

Miṣr, el nombre oficial árabe de Egipto es de origen semítico, directamente relacionado con otras palabras semitas para Egipto tal como el hebreo מִצְרַיִם (mitzráyim), que significa literalmente ‘los dos estrechos’ (una referencia a la separación histórica en el Alto y Bajo Egipto). Miṣr significaba originalmente ‘metrópoli’, ‘civilización’ y también ‘país’ o ‘tierra fronteriza’.

El nombre en español, Egipto, proviene del latín Aegyptus, derivado a su vez de la palabra griega Αίγυπτος (Aigyptos). El término fue adoptado en copto como Gyptios, y pasó al árabe como Qubt. Se ha sugerido que la palabra es una corrupción de la frase egipcia ḥwt-k3-ptḥ, que significa ‘casa del espíritu (ka) de Ptah’, el nombre de un templo al dios Ptah en Menfis. Según Estrabón, el término griego Aigyptos significaba ‘más allá del Egeo’ (Aἰγαίου ὑπτίως, Aegaeon uptiōs).

HISTORIA ANTIGUA

La regularidad y riqueza que aportaba la inundación anual del río Nilo, junto a la ausencia de grandes pueblos enemigos, por su aislamiento, debido a que el valle del Nilo está situado entre dos amplias zonas desérticas, permitieron el desarrollo de una de las primeras y más deslumbrantes civilizaciones en la historia de la humanidad.

Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, escapando de la desertización del Sahara. Las primeras comunidades hicieron habitable el país, y se estructuraron en regiones llamadas nomos. Pasado el tiempo y tras épocas de acuerdos y disputas los nomos se agruparon en dos proto-naciones, el Alto Egipto y el Bajo Egipto. Egipto se unifica alrededor del año 3200 a. C., desde el faraón Menes (Narmer en su nombre egipcio).

La historia del Antiguo Egipto se divide en tres imperios con periodos intermedios de conflictos internos y dominación por gobernantes extranjeros. El Imperio Antiguo se caracterizó por el florecimiento de las artes y la construcción de inmensas pirámides. Durante el Imperio Medio (2050-1800 a. C.), tras una etapa de descentralización, Egipto conoció un período de esplendor en su economía.

En el Imperio Nuevo (1567-1085 a. C.) la monarquía egipcia alcanzó su edad dorada conquistando a los pueblos vecinos y expandiendo sus dominios bajo la dirección de los faraones de la dinastía XVIII. La última dinastía fue derrocada por los persas en el año 341 a. C., quienes a su vez fueron reemplazados por gobernantes griegos, y romanos, periodo que comenzó hacia el año 30 a. C. como resultado de la derrota de Marco Antonio en la batalla de Actium, y que trajo siete siglos de paz relativa y estabilidad económica. Desde mediados del siglo IV, Egipto formó parte del Imperio Oriental, que se convirtió en el Imperio bizantino.

PERÍODOS Y DINASTÍAS

Periodo Predinástico (c. 5500 a. C. - 3200 a. C.)
Artículo principal: Periodo predinástico
Véase también: Naqada I y Naqada II

Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del río Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, en su huida de la creciente desertización del Sáhara.

Se sabe, por los restos arqueológicos, que antiguamente el Sáhara tenía un clima mediterráneo, más húmedo que el actual. En los macizos del Ahagar y el Tibesti había abundante vegetación. Para aquellos pobladores, el Sáhara sería una extensa estepa con grandes herbívoros que cazar. Las culturas saharianas son, en gran medida, desconocidas, pero no por ello inexistentes.

Las sucesivas fases del neolítico están representadas por las culturas de El Fayum, hacia el 5000 a. C., la cultura Tasiense, hacia el 4500 a. C. y la cultura de Merimde, hacia el 4000 a. C. Todas ellas conocen la piedra pulimentada, la cerámica, la agricultura y la ganadería. La base de la economía era la agricultura; esta se realizaba aprovechando el limo, fertilizante natural que aportaban las anuales inundaciones del río Nilo.

Tras estas culturas aparecieron la cultura baderiense y la cultura amratiense, hacia 3800 a. C. Hacia el año 3600 a. C. surge la gerzeense, que se difunde por todo Egipto, unificándolo. Esta consonancia cultural llevará a la unidad política, que surgirá tras un periodo de luchas y alianzas entre clanes para imponer su supremacía.

Para lograr mayor eficacia y producción, hacia 3500 a. C., comenzaron a realizarse las primeras obras de canalización y surge la escritura con jeroglíficos en (Abidos). En esta época comenzaron los proto-estados:Las primeras comunidades hicieron habitable el país y se organizaron en regiones llamadas nomos. Los habitantes del Delta tenían una organización feudal y llegaron a establecer dos reinos con dos jefes o monarcas respectivamente. Un reino estaba asentado en un lugar pantanoso, que se llamaba reino del Junco y tenía como símbolo un tallo de junco. Su capital era Buto; tenían a una cobra como tótem. El otro reino tenía como capital a Busiris y como tótem un buitre pero su símbolo era una abeja y llegó a conocerse como reino de la Abeja. Ambos reinos estaban separados por un brazo del río Nilo.

El reino de la Abeja conquistó al reino del Junco de manera que el Delta quedó unificado. Pero algunos de los vencidos huyeron a establecerse en la zona del Alto Egipto donde fundaron ciudades dándoles el mismo nombre que aquellas que habían dejado en el Delta. Por eso muchas ciudades de esta época tiene nombres semejantes en el Alto y Bajo Egipto. Estas gentes fueron prosperando considerablemente hasta llegar a organizarse en un Estado.

Periodo Protodinástico (c. 3200 - 3100 a. C.)
Artículo principal: Periodo protodinástico
Véase también: Naqada III

Considerado la fase final del periodo predinástico, también conocido como dinastía 0, predinástico tardío, o periodo Naqada III. Esta regido por gobernantes del Alto Egipto que residirán en Tinis, se hacen representar con un serej y adoran a Horus. El nombre de estos reyes figura en la Piedra de Palermo, grabada 700 años después. En este periodo surgen las primeras auténticas ciudades, tales como Tinis, Nubet, Nejeb, Nejen, etc. Son típicos de esta época los magníficos vasos tallados en piedra, cuchillos y paletas ceremoniales, o las cabezas de mazas votivas. Narmer pudo ser el último rey de esta época, y el fundador de la dinastía I.

Periodo Arcaico (c. 3100 - 2700 a. C.)
Artículo principal: Periodo Arcaico

A finales del periodo predinástico, Egipto se encontraba dividido en pequeños reinos; los principales eran: el de Hieracómpolis (Nejen) en el Alto Egipto y el de Buto (Pe) en el Bajo Egipto. El proceso de unificación fue llevado a cabo por los reyes de Hieracómpolis.

La tradición egipcia atribuyó la unificación a Menes, quedando esto reflejado en las Listas Reales. Este personaje es, según Alan Gardiner, el rey Narmer, el primer faraón del cual se tiene constancia que reinó sobre todo Egipto, tras una serie de luchas, tal como quedó atestiguado en la paleta de Narmer. Según Manetón, este periodo lo conforman las dinastías I y II.

Imperio Antiguo (c. 2700 - 2250 a. C.)
Artículo principal: Imperio Antiguo

Bajo la dinastía III la capital se estableció definitivamente en Menfis, de donde procede la denominación del país, ya que el nombre del principal templo, Hat Ka Ptah "casa del espíritu de Ptah", que pasó al griego como Aegyptos, con el tiempo designó primero al barrio en el que se encontraba, luego a toda la ciudad y más tarde al reino.

En la época de la tercera dinastía comenzó la costumbre de erigir grandes pirámides y monumentales conjuntos en piedra, gracias al faraón Dyeser, pero fue durante la dinastía IV, con Seneferu, Keops y Kefrén, cuando se construyeron las mayores pirámides. Sin embargo, el esfuerzo y recursos invertidos en ellas determinó que el poder absoluto y prestigio del faraón se resintiera.

La dinastía V marca el ascenso del alto clero y los influyentes gobernadores locales, (nomarcas), y durante el largo reinando de Pepy II se acentuará una época de fuerte descentralización, denominada primer periodo intermedio de Egipto. Son las dinastías III a VI.

Primer Periodo Intermedio (c. 2250 - 2050 a. C.)
Artículo principal: Primer periodo intermedio

Fue un período de descentralización del estado egipcio. Esta época destacó por un gran florecimiento literario, con textos doctrinales o didácticos, que muestran el gran cambio social. El importante cambio de mentalidad, así como del crecimiento de la clases medias en las ciudades originó una nueva concepción de las creencias, reflejándose en la aparición de los denominados Textos de los Sarcófagos. Osiris se convirtió en la divinidad más popular, con Montu y Amón. Los nomos de Heracleópolis y Tebas se constituyeron como hegemónicos, imponiéndose finalmente este último. Son las dinastías VII a XI.

Imperio Medio (c. 2050 - 1800 a. C.)
Artículo principal: Imperio Medio

Se considera que se inicia con la reunificación de Egipto bajo Mentuhotep II. Es un periodo de gran prosperidad económica y expansión exterior, con faraones pragmáticos y emprendedores. Este periodo lo conforma el final de la dinastía XI y la XII.

Se realizaron ambiciosos proyectos de irrigación en el El Fayum, para regular las grandes inundaciones del Nilo, desviándolo hacia el lago Moeris (El Fayum). También se potenciaron las relaciones comerciales con las regiones circundantes: africanas, asiáticas y mediterráneas. Las representaciones artísticas se humanizaron, y se impuso el culto al dios Amón. A mediados de 1800 a. C., los dirigentes hicsos vencieron a los faraones egipcios; lo que comenzó como una migración paulatina de libios y cananeos hacia el delta del Nilo, se transformó con el tiempo en conquista militar de casi todo el territorio egipcio, originando la caída del Imperio Medio. Los hicsos también vencieron porque poseían mejores armas, y supieron utilizar el factor sorpresa.

Segundo Periodo Intermedio (c. 1800 - 1550 a. C.)
Artículo principal: Segundo periodo intermedio

Durante gran parte de este periodo dominaron Egipto los gobernantes hicsos, jefes de pueblos nómadas de la periferia, especialmente libios y asiáticos, que se establecieron en el delta, y tuvieron como capital la ciudad de Avaris. Finalmente, los dirigentes egipcios de Tebas declararon la independencia, siendo denominados la dinastía XVII. Proclamaron la "salvación de Egipto" y dirigieron una "guerra de liberación" contra los hicsos. Fueron las dinastías XIII a XVII, parcialmente coetáneas.

Imperio Nuevo (c. 1550 - 1070 a. C.)
Artículo principal: Imperio Nuevo

Es un periodo de gran expansión exterior, tanto en Asia (donde llegan al Éufrates) como en Kush (Nubia). La dinastía XVIII comenzó con una serie de faraones guerreros, desde Ahmose I hasta Tutmosis III y Tutmosis IV. Bajo Amenhotep III se detuvo la expansión y se inició un período de paz interna y externa.

Esta se quebranto bajo su hijo Amenhotep IV o Ajenatón, que inició una reforma religiosa tendente al monoteísmo, ganándose la oposición del clero de Amón. A la vez se perdieron grandes posesiones en Asia ante los hititas.

Después de un período de debilidad monárquica, llegaron al poder las castas militares, la dinastía XIX, o Ramésida, que, fundamentalmente bajo Sethy I y Ramsés II, se mostró enérgica contra los expansionistas reyes hititas.

Durante los reinados de Merenptah, sucesor de Ramsés II, y Ramsés III, de la dinastía XX, Egipto tuvo que enfrentarse a las invasiones de los Pueblos del Mar, originarios de diversas áreas del Mediterráneo oriental (Egeo, Anatolia), y de los libios.

Tercer Periodo Intermedio (c. 1070 - 656 a. C.)
Artículo principal: Tercer periodo intermedio

Comienza con la instauración de dos dinastías de origen libio que se repartieron Egipto: una, desde Tanis, la bíblica Zoán, en el (Bajo Egipto), y otra, cuyos reyes tomaron el título de Sumos sacerdotes de Amón, desde Tebas. El periodo termina con la dominación de los reyes kushitas. Son las dinastías, parcialmente coetáneas, XXI a XXV.

Periodo Tardío (c. 656 - 332 a. C.)
Artículo principal: Periodo Tardío

Comienza con la dinastía Saíta, con dos periodos de dominación persa, así como con varias dinastías coetáneas de gobernantes egipcios independientes. Egipto se convirtió finalmente en una satrapía. Son las dinastías XXVI a XXXI.

Periodo Helenístico (332 - 30 a. C.)
Artículo principal: Periodo Helenístico de Egipto
Véase también: Alejandro Magno, Alejandría, y Periodo helenístico

Se inicia con la conquista de Egipto por Alejandro Magno de Macedonia en 332 a. C., y la llegada al poder en 305 a. C. de la dinastía ptolemaica, de origen macedonio. Finaliza con la incorporación de Egipto al Imperio Romano tras la batalla de Actium, en el año 31 a. C. En el año 30 a. C. muere Cleopatra y Egipto se convierte en una provincia del Imperio Romano.

Periodo Romano (30 a. C. - 640 d. C.)
Artículo principal: Periodo Romano de Egipto

El 30 de julio del año 30 a. C. entró en Alejandría Octavio, que liquidó definitivamente la independencia política de Egipto, convirtiéndolo en provincia romana.

Pasó a sus sucesores bizantinos después que el Imperio fuera repartido el año 395, y permaneció en sus manos hasta la conquista árabe del año 640. Los últimos vestigios de la tradicional cultura del Antiguo Egipto finalizan definitivamente a comienzos del siglo VI, con los últimos sacerdotes de Isis, que oficiaban el templo de la isla de File, al proscribirse el culto a los "dioses paganos".